París no deja a nadie indiferente. La pasarela de Alta Costura primavera/verano 2014 vuelve a ser protagonista de las portadas de las publicaciones más prestigiosas del sector. Su street style, su front row y, cómo no, las a veces descabelladas propuestas de sus creadores, hacen que por unos días la capital del Sena sea el centro del universo moda.
Jornadas como la de ayer, sintetizan el debate sobre el que, dos veces al año, se derraman litros de tinta. Lagerfeld transgredió una vez más los códigos convencionales de la alta costura, mientras Stephane Rolland consolidaba su maestría sobre la pasarela, deleitándonos con su perfección.
Pero, ¿qué papel desempeña la alta costura?
El exclusivo grupo de diseñadores llamados a elevar sus piezas a esta categoría, deben ser garantes de una manufactura exquisita. Sus diseños se hacen posible gracias a artesanos y especialistas que tratan con mimo exquisitas materias primas y el resultado de todo ello, y de su desbordante creatividad y perfecto patronaje, será toda una ensoñación, una ilusión que
hará que su pret-a porter posterior cobre sentido y se convierta en codiciado objeto de deseo, haciendo posible comercialmente todo esta fábrica de sueños.
Tras ver el desfile de Karl Lagerfeld no puedo dejar de preguntarme si estos diseños son merecedores de la etiqueta Haute Couture. Para mi, mas bien estamos ante un pret-a-porter genial como mucho demi couture, cuyos diseños (exentos del artificio y de los complementos descontextualizados, me encantan pero ni rastro de esa ilusión óptica, de ese sueño de la alta costura.
En el otro extremo, Stephane Rolland simboliza ese terreno onírico donde apenas podemos alcanzar a comprender lo que ocurre, sólo nos dejamos transportar por su fantasía y al acabar seguimos recreando sus imágenes en nuestra retina, una tras otra.
Ni qué decir tiene que no se trata de una cuestión de gustos, sino de un profundo debate sobre qué diferencias hay en algunas de estas propuestas y otras que no disfrutan de esta calificación. Y vosotros qué opináis, ¿se están derrumbando los cimientos de la alta costura? ¿quizás ha perdido sentido e identidad en la actualidad? Se abre el debate…
Totalmente de acuerdo Esther, no creo que este desfile de Chanel sea digno de ser llamado haute couture, para mi que el kaiser está perdiendo el norte. Bss.